El día de hoy amaneció distinto; generoso en matices y colores vivos.
Ha llovido mucho y con el regreso del sol, hasta el verde luce más espléndido y brillante.
Vislumbro a lo lejos una silueta dirigirse hacia mí, con un caminar lento, pausado, sin que nada le haga alterar la cadencia de su ritmo.
A medida que se acerca, mi mente hace un viaje a través del tiempo. Noto sin verme, que mi cara se ilumina alegre en respuesta a una sonrisa amable, dibujada en la templanza de un rostro curtido por el paso del tiempo.
Un saludo, un abrazo, un beso. Es…, ¡Mi querido maestro
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