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En el ocaso de la tarde...

En el ocaso de la tarde, sin mas caricias que la brisa del mar, fue consciente de su soledad, del abandono, y del silencio.

Y quedó ahí, llorando su tristeza, esperando algún consuelo sin mas compañía que el cielo y un rayo de luna...

Abatida, desdichada, y sola...

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